Cuando en muchas esferas gubernamentales aún disfrutan momentos de euforia por el arresto de ‘Otoniel’, máximo cabecilla del ‘Clan de Golfo’, la organización señalada de mover los hilos del narcotráfico en el país; la incautación de una tonelada de cocaína en el puerto de Buenaventura, revelada por la Policía, deja en claro que al parecer ya hubo reacomodamiento dentro de los jefes de estos grupos, y por tanto el ilegal negocio sigue pujante con nuevos nombres al mando.

‘¡A rey muerto, rey puesto!’, como reza el adagio popular, y con Dairo Antonio Úsuga David preparando maletas para su extradición a Estados Unidos, todo hace pensar ya hay otro capo en su reemplazo.

Esto también se puede colegir por las declaraciones del general Ricardo Alarcón, director de la Policía Antinarcóticos, que además causaron sorpresa, y fue cuando al final de un video informativo dado a conocer a los medios, el oficial asegura sobre el golpe a los narcos que la droga pertenece a una organización liderada por “el padre de una importante actriz colombiana”.

En un país repleto de reconocidas actrices, principalmente de la televisión, y cuando recién una de estas vedete tuvo a su pareja involucrada en el decomiso de 400 kilos del alcaloide en San Andrés; la pregunta que no podía faltar en redes sociales y en los círculos de actores y actrices de tv bogotanos, fue: “¿Al padre de qué ‘importante actriz colombiana’, se refería el general Alarcón cuando mencionó del dueño de la droga?" , "¿Quién es esa actriz?"

Aunque el uniformado no dio nombres, las especulaciones y apuestas empezaron a hacerse en el medio televisivo, que cuenta con espacios especializados en develar y manejar este tipo de información.

El general Alarcón también se refirió a que el cargamento incautado es el segundo propiedad de esta persona, (el papá de la actriz) es decir, que por el volumen de droga decomisado estamos ante un ‘peso pesado’ del narcotráfico internacional.

De Buenaventura, donde se produjo el decomiso, la droga llegaba al puerto de Cartagena, y de allí continuaba en tránsito hacia Valencia, España, su destino final.

La droga venía oculta en 34 tulas de color negro que contenían 1.111 paquetes rectangulares envueltos en cinta de color café, y mimetizadas en una carga de cacao.

El precio de la droga fue estimado por la Policía Antinarcótico en 55 millones de dólares.